La Leishmania canina está causada
por un parásito microscópico que se transmite a los perros mediante la picadura
de un pequeño insecto llamado flebótomo a menudo llamado mosquito que al estar
en contacto con un perro enfermo se infecta y al picar a otros los infecta.
Si tu perro está infectado por el
parásito, puede que los síntomas no aparezcan inmediatamente. Los signos más
frecuentes incluyen fiebre, caída de pelo, pérdida de peso, úlceras en la piel
y crecimiento anormal de las uñas. Los
órganos internos también se ven afectados, pudiendo derivar en anemia, artritis
e insuficiencia renal grave. Esta enfermedad puede llegar a provocar la muerte.
Los tratamientos ayudan a controlar
los síntomas, pero no curan la enfermedad definitivamente, por ello lo mejor
que puede hacer es actuar de forma anticipada y vacunar a su mascota y más
teniendo en cuenta que Alcossebre se encuentra en una zona endémica, es decir
donde este parásito habita y abunda, por ellos le recomendamos que acuda a
nuestro centro a informarse si tiene cualquier duda. Recuerde que estamos
siempre a su disposición y más cuando hablamos de una enfermedad que puede
llegar a ser mortal para su mascota…
La vacunación en si le protege
hasta cuatro veces más pero tampoco evita que adquiera la enfermedad en un 100%
y es por ello que además de vacunar se debe evitar que el flebótomo (mosquito)
pique a nuestras mascotas.
¿PORQUÉ VACUNARLO Y ADEMÁS DESPARASITARLO?
El objetivo de los
antiparasitarios externos (pipetas, collares…)
es prevenir la transmisión mediante la reducción del número de picaduras
del flebótomo. Para ello se pueden emplear collares, spray y pipetas, y en
zonas de alta incidencia (ej. Alcossebre) se recomienda una combinación de
estos (1 collar semestral + 1 pipeta mensual).
Por otro lado, el objetivo de la
vacunación es estimular al sistema inmune para proteger a su mascota “desde
dentro”. La combinación de ambos (una protección interna y externa) es la mejor
forma de prevenir la enfermedad.
Debemos
conocer que esta enfermedad afecta a los seres humanos y es responsabilidad de
todos evitar que se enfermen nuestros vecinos y familiares.
¿CÓMO DEBEMOS HACERLO?
El proceso es muy simple. Se debe
hacer una prueba (analítica) para determinar si su mascota tiene Leishmania y
si esta es negativa se procede a vacunar con tres inyecciones, a razón de una
cada mes (cada 21 días) y después solo sería una reactivación (recordatorio)
una vez al año.
El primer año, la primera vacunación
proporcionará a su mascota una defensa interna muy elevada y a partir de
entonces, ésta solo necesitará una única dosis de revacunación cada año para
mantener activas sus propias defensas contra la Leishmania. Por lo tanto,
gracias a la vacunación, su mascota utilizará su propio sistema inmunitario
para potenciar la resistencia ante este parásito
¡LA VACUNACIÓN CONTRA LA
LEISHMANIA ES LA MEJOR MANERA DE PROTEGER A SU MASCOTA CONTRA ESTA GRAVE
ENFERMEDAD!